Tomado de la Revista “jet Set”
Cuarenta y seis años después de su muerte, el testamento y las pertenencias de Marilyn Monroe siguen suscitando peleas, robos y polémicas. Ahora, el hallazgo de dos armarios con cartas y objetos de la célebre actriz revelan aspectos hasta ahora desconocidos de su priva privada. En su última voluntad, Marilyn estableció un fondo de 100 mil dólares para su madre Gladis Baker, encerrada en un manicomio, y para la viuda de uno de sus profesores de actuación.
A su media hermana, Berniece, le legó diez mil dólares, lo mismo que a su secretaria, May Reis. Otros cinco mil dólares fueron para el dramaturgo, Norman Rosten, mientras que otro 25 por ciento de su fortuna lo donó a su siquiatra, Marianne Kriss, quien en 1961, la había encerrado en un sanatorio mental en Nueva York, en medio de una de sus peores crisis emocionales.
Pero los herederos más consentidos por la actriz, que hechizó al mundo en los años 50, fueron los esposos Lee y Paula Strasberg, fundadores de la famosa escuela Actor·s Studio, donde se formaron grandes estrellas, como Marlon Brando. La propia Marilyn estudió allí, y además de ayudarla a pulir su talento, los strasberg acabaron por convertirse en los padres que nunca cuidaron de ella. En gratitud, la rubia les dejó lo que luego se convirtió en lo más caro de su legado: los derechos sobre sus fotos, regalías de sus cintas, biografías y el manejo de su imagen a perpetuidad, que en efecto les ha producido millones en las últimas décadas. También les dejó sus efectos personales, para que los repartieran “entre mis amigos, colegas y todos aquellos a quienes amé”.
A quien Marilyn no dejó nada en su testamento fue a Inés Melson, la fiel administradora que se encargaba de sus asuntos personales, desde el mercado, hasta el cuidado de su madre Gladis. Melson no se resignó a quedarse sin nada y resolvió hacerse justicia por su propia mano: días después del funeral de Monroe, Nelson entró en su casa y se llevó ropa, joyas y objetos tan emblemáticos, como el último frasco que usó de su perfume favorito, Chanel No. 5, y la botella de champaña con que se tomó la sobredosis de píldoras, que al parecer la mató, el 5 de agosto de 1962. Al año siguiente, Nelson utilizó el nombre de un sobrino para comprar, en una subasta, un archivador en que Marilyn guardaba cartas, facturas, fotos y otros documentos de su vida cotidiana. En 1968, Joe Di Maggio, el segundo ex esposo de la diva, le regaló otro archivador de la estrella, cargado con la misma clase de papeles, considerados entonces de poco valor, frente a las riquezas que les quedaron a los Strasberg.
Tras la muerte de Inés Melson, en 1985, los armarios de Marilyn quedaron en manos de Millington Conroy, un pariente lejano suyo, quien intentó enriquecerse ilícitamente con ellos; pero sus manejos llegaron a oídos de Anna Strasberg, la segunda esposa del ya fallecido Lee Strasberg, quien tras dos batallas judiciales logró que le entregara los archivadores con alrededor de 12 mil documentos y objetos. Al abrirlos, se descubrieron aspectos hasta ahora desconocidos de quién, en realidad era Marilyn Monroe, al margen del estereotipo de la rubia ignorante y sin conciencia. Los archivos secretos de Marilyn dejan ver a una mujer que escribía muy bien y que mantenía un estrecho contacto, por carta, con sus múltiples amigos en todo el país, pese a sus frecuentes viajes.
Las peleas por su testamento no paran: hace poco, los herederos de los fotógrafos de Marilyn armaron un pleito legal para no tener que pagarle a los Strasberg por el uso de la imagen de la actriz. Y en efecto, una corte de California dictaminó que, al menos en ese estado, la inolvidable estampa de la hermosa rubia, le pertenece a todo el mundo.
domingo, 12 de julio de 2009
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Muy interesante articulo y muy informativo, siempre tuve la inquietud por saber quienes explotan la imagen de esta inolvidable artista , también me deja otra inquietud, por que una mujer tan joven y en la cúspide de su carrera, fama y celebridad haría un testamento y señalando a dedo a sus beneficiarios, al parecer supo que moriría temprano? por su propia mano?.
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